Necesidades de sueño de los bebés (4-11 meses)
Como padre primerizo, una de las preocupaciones más comunes es asegurarte de que tu bebé duerme lo suficiente.
Comprender las necesidades de sueño de los bebés de 4 a 11 meses es crucial para su crecimiento y desarrollo.
En este artículo, exploraremos los distintos aspectos del sueño del bebé, incluida la adaptación al comportamiento del sueño diurno y nocturno, los problemas de sueño habituales, las tablas de referencia de las horas de sueño del bebé, los trastornos del sueño causados por la ansiedad de separación, las estrategias para las tomas nocturnas y las horas de sueño recomendadas para los bebés de 4 a 11 meses.
Al final de este artículo, comprenderás mejor cómo crear una rutina de sueño saludable para tu pequeño.
Necesidades de sueño de los niños de 4 a 11 meses
La siesta y el descanso nocturno son esenciales para el crecimiento sano de los bebés de 4 a 11 meses.
Estos pequeñines necesitan entre 12 y 15 horas diarias de sueño, que deben repartirse entre siestas diurnas y cabezadas nocturnas.
Construir un horario regular de sueño puede ayudar a los bebés a comprender cuándo es hora de irse a la cama y a construir mejores hábitos de sueño.
A medida que los bebés crecen, sus necesidades de sueño pueden variar y pueden tener dificultades para conciliar el sueño, despertares recurrentes por la noche y necesidad de alimentarse o de ser mecidos para dormir.
Estas actividades pueden interrumpir la rutina del sueño e influir en la cantidad y calidad del mismo.
Es esencial abordar estos problemas rápidamente y crear un ambiente de sueño tranquilo para ayudar a los bebés a irse a la cama tranquilamente y conseguir el sueño que necesitan.
Consultar una tabla de horas de sueño infantil puede ser una gran ayuda para evaluar con precisión las necesidades de sueño del bebé.
Esta tabla puede ofrecer consejos sobre el volumen de sueño que necesitan los bebés de 4 a 11 meses y ayudar a los padres a establecer una rutina de sueño regular.
Con un poco de paciencia y dedicación, los padres pueden ayudar a sus pequeños a irse a la cama y crear hábitos de sueño saludables que les favorecerán a largo plazo.
Adaptación a la conducta de sueño día-noche
A medida que los recién nacidos progresan, empiezan a acostumbrarse al ciclo de sueño día-noche entre los 4 y los 6 meses de edad.
Éste es un momento crucial en su rutina de sueño, ya que ayuda a crear buenos hábitos de sueño y sirve de base para prácticas futuras.
Los padres pueden ayudar en esta transición creando un ambiente tranquilo para dormir y estableciendo un horario regular para irse a la cama.
Al hacerlo, los bebés se adaptarán más fácilmente a su nueva rutina de sueño y obtendrán el sueño reparador que necesitan para prosperar.
Mientras se adaptan al patrón de sueño día-noche, es normal que los bebés experimenten alteraciones ocasionales del sueño.
Pueden presentarse de diversas formas, como problemas para conciliar el sueño, despertares nocturnos recurrentes y dependencia de la alimentación o del balanceo para dormirse.
Aunque estas interrupciones pueden ser molestas para los padres, forman parte del proceso de maduración del sueño.
Siendo pacientes y proporcionando un ambiente de sueño sereno, los padres pueden ayudar a su hijo a superar estas dificultades y cultivar hábitos de sueño beneficiosos que le acompañarán toda la vida.
Un recurso útil que los padres pueden tener en cuenta a la hora de calibrar las necesidades de sueño de su hijo es una tabla de horas de sueño infantil.
Esta tabla puede servir como guía de referencia, proporcionando a los padres una comprensión general de cuánto descanso necesita su pequeño en las distintas etapas de crecimiento.
Utilizando esta tabla como punto de partida, los padres pueden trabajar con su hijo para crear una rutina de sueño saludable que se ajuste a sus necesidades individuales y le permita obtener el sueño adecuado que necesita para crecer y prosperar.
Problemas de sueño
Los problemas de sueño son frecuentes en los bebés de más de 4-11 meses.
Estos problemas pueden manifestarse de distintas formas, como dificultad para dormirse por la noche, despertarse con frecuencia durante la noche y contar con la alimentación o balancearse para dormir.
Es imperativo que los padres sean conscientes de estos posibles apuros y busquen ayuda cuando sea necesario para erigir patrones de sueño saludables para sus hijos.
A los 9 y 18 meses suele aparecer la ansiedad por la separación, que provoca un aumento del apego y de la reticencia a dormir de forma independiente, lo que puede alterar el sueño del niño y causar estrés adicional a los padres.
Establecer una rutina constante a la hora de dormir y ofrecerle seguridad puede ayudar al niño a sentirse seguro durante la noche.
Una tabla de horas de sueño infantil puede ser una referencia beneficiosa para evaluar las necesidades de sueño del niño y descubrir posibles problemas de sueño.
Siguiendo los patrones de sueño del bebé a lo largo del tiempo y observando cualquier cambio, los padres pueden identificar los problemas y tomar medidas para resolverlos antes de que se agraven.
Esto puede ayudar a fomentar hábitos de sueño saludables y garantizar que el niño obtiene el descanso que necesita para crecer y desarrollarse adecuadamente.
En cuanto a las tomas nocturnas, es esencial que sean sucintas y poco provocativas. Esto puede ayudar al niño a comprender que la noche es para dormir y minimizar la posibilidad de que se despierte con hambre durante la noche.
Para los recién nacidos, esto puede significar despertarlos para comer cada pocas horas, mientras que los mayores pueden aguantar más tiempo sin comer.
Estableciendo un horario de alimentación coherente, los padres pueden ayudar a fomentar patrones de sueño saludables y reducir las interrupciones del sueño.
Tabla de referencia de las horas de sueño del lactante
A los padres puede resultarles difícil calcular las horas de sueño que necesita su bebé.
Afortunadamente, existen útiles tablas de referencia que facilitan esta tarea.
Estas tablas proporcionan las horas aproximadas de sueño de los lactantes de 4 a 11 meses, y pueden ayudar a los padres a establecer pautas de sueño saludables para su pequeño.
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Las tablas tienen en cuenta la edad del niño y ofrecen una serie de horas de sueño a las que pueden aspirar los padres, que pueden modificar para adaptarlas a las necesidades individuales del niño.
Al familiarizarse con las horas de sueño recomendadas, los padres pueden crear rutinas de sueño y siesta más fáciles de seguir, garantizando que su hijo descanse lo suficiente para mantenerse sano y contento.
Es importante recordar que las tablas de referencia son sólo orientativas.
Cada niño es único y puede necesitar más o menos horas de sueño de las que se indican.
Además, las necesidades de sueño pueden cambiar debido a dolencias, estirones y cambios en el desarrollo.
Por tanto, los padres deben utilizar las tablas de referencia como punto de partida y ajustar el horario de sueño de su bebé a sus necesidades individuales.
Si tu pequeño parece agotado durante el día o tiene problemas para dormirse a la hora de dormir, puede ser beneficioso ampliar sus horas de sueño.
Los padres también deben tener en cuenta que las tablas de referencia de horas de sueño infantil son sólo un aspecto de la formación de hábitos de sueño saludables para su bebé.
Otros elementos, como crear un ritual relajante a la hora de acostarse, mantener un horario de sueño coherente y proporcionar un entorno de sueño confortable, también desempeñan un papel vital en la promoción de hábitos de sueño saludables.
Utilizando las tablas de referencia como guía y poniendo en práctica otras estrategias que promueven el sueño, los padres pueden ayudar a su hijo a formar hábitos de sueño saludables que le beneficiarán mucho más allá de sus años de lactante.
Establecer buenos hábitos de sueño a una edad temprana es esencial para toda una vida de buena higiene del sueño y hora de dormir.
TABLA ORIENTATIVA DE HORAS DE SUEÑO
| EDAD | HORAS TOTALES | HORAS DE NOCHE | NÚM. DE SIESTAS |
|---|---|---|---|
| 0-2 MESES | 16 A 20 HORAS | 6-8 HORAS | 4-8 |
| 3 A 6 MESES | 14 A 16 HORAS | 8-10 HORAS | 3-2 |
| 6 A 12 MESES | 13-15 HORAS | 12 HORAS | 2-1 |
| 12 A 18 MESES | 13 HORAS | 11,5 HORAS | 2-1 |
| 1,5-2 AÑOS | 13 HORAS | 11 HORAS | 2-1 |
| 2-3-AÑOS | 10-12 HORAS | 10-11 HORAS | 0-1 |
| 3 A 5 AÑOS | 10-12-HORAS | 10-12 HORAS | 0 |
Trastornos del sueño por ansiedad de separación
Los trastornos del sueño en lactantes de nueve y dieciocho meses pueden atribuirse a la ansiedad de separación.
Se trata de una parte típica del crecimiento en bebés y niños pequeños, y sin embargo puede alterar sus ciclos de sueño.
Estos bebés que sufren ansiedad por separación pueden despertarse con más frecuencia durante la noche, sollozar desconsoladamente y tener dificultades para volver a dormirse.
Para los padres que ya están privados de sueño, esto puede ser una experiencia muy dura, pero es esencial tener en cuenta que es sólo una fase temporal que pasará con el tiempo.
Para ayudar a los bebés que sufren trastornos del sueño debidos a la ansiedad por separación, hay algunas estrategias que puedes intentar.
Establecer una rutina regular a la hora de acostarse que incluya actividades que le gusten a tu bebé, como leer un libro o cantar una nana, puede ser una forma de ayudarle a sentirse más cómodo y relajado, facilitando la somnolencia y el sueño.
Además, puedes utilizar una máquina de ruido blanco, un juguete querido o una manta favorita para aumentar su sensación de seguridad y satisfacción durante la noche.
También es importante que seas consciente de tu propio comportamiento durante este periodo.
No refuerces la ansiedad de separación de tu bebé consolándolo rápidamente cuando llore.
En su lugar, dale espacio para que se tranquilice y adquiera la capacidad de volver a dormirse de forma autónoma.
Esto puede ser difícil, pero es un paso crucial para ayudar a tus bebés meses a desarrollar hábitos de sueño saludables.
Recuerda que los trastornos del sueño por ansiedad de separación son una parte típica del desarrollo y que, con paciencia y dedicación, tu bebé y tú superaréis juntos esta fase.
Estrategias de alimentación nocturna
Establecer una rutina de alimentación nocturna fiable es esencial para un patrón de sueño saludable del bebé.
Es importante que estas tomas sean breves y sin incidentes, para evitar excitar al bebé e impedir que vuelva a dormirse.
En lugar de utilizar las tomas como ayuda para dormir, los padres deben proporcionar alimento antes de que se instalen para pasar la noche o cuando se despierten en mitad de la noche.
Esto ayudará al niño a aprender a tranquilizarse por sí mismo y a dormirse sin ayuda externa. Establecer una rutina de alimentación nocturna constante es esencial para el bienestar del bebé.
Las tomas nocturnas son parte integrante del ciclo de sueño del bebé.
Para garantizar que el bebé sea consciente de que la noche es para descansar, es clave tener una estrategia coherente.
Mantener las tomas cortas y poco excitantes es una forma estupenda de garantizar que al niño le resulte más fácil volver a dormirse y le ayudará a crear pautas de sueño estables.
No se recomienda utilizar las tomas como apoyo al sueño, ya que puede hacer que el niño desarrolle muletillas como la necesidad de que lo acunen o le den de comer para dormirse.
Alimentarlo antes de acostarse o cuando se despierte durante la noche ayudará al bebé a aprender a calmarse para dormir.
Establecer un horario estable de alimentación nocturna es vital para el bienestar del bebé.
Conclusión
En conclusión, comprender las necesidades de sueño de los bebés es crucial para su salud y desarrollo generales.
Desde la adaptación al comportamiento del sueño diurno y nocturno hasta los problemas y alteraciones del sueño causados por la ansiedad de separación, los padres y cuidadores deben ser conscientes de los distintos retos que pueden surgir.
Utilizando tablas de referencia y aplicando estrategias de alimentación nocturna, podemos ayudar a los bebés a establecer hábitos de sueño saludables.
Recuerda que la cantidad y calidad del sueño que los niños duermen durante sus primeros años puede tener un impacto significativo en su bienestar físico y mental.
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Demos prioridad al sueño infantil y asegurémonos de que nuestros pequeños descansan lo necesario para que crezcan sanos y felices.
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